En casi todas las familias llega un momento en el que empezamos a notar pequeños cambios en la memoria o la claridad mental de nuestros mayores: conversaciones repetidas, nombres que tardan en salir, despistes aparentemente inocentes. A muchos nos resulta familiar. Los dos fundadores de Alma lo vivimos con nuestros abuelos.

Y aunque cada persona y cada historia es distinta, hoy tenemos más conocimiento que nunca sobre qué factores influyen en la salud del cerebro a largo plazo. No hablamos de promesas, ni de milagros, ni de soluciones mágicas. Hablamos de biología, y de cómo ciertos hábitos pueden ayudar a modularla con el tiempo.

Este artículo es una guía clara, basada en la evidencia más actual, para mujeres de 55 años en adelante que buscan cuidar su cerebro, su energía mental y su bienestar a largo plazo.

1. ¿Por qué envejece nuestro cerebro?

El envejecimiento cognitivo no ocurre de golpe. Es un proceso gradual influido por varios cambios biológicos:

Inflamación crónica suave Con la edad aumenta la llamada "inflamación de bajo grado", un estado silencioso pero continuo que afecta a tejidos sensibles como el cerebro.

Más estrés oxidativo El cerebro consume mucha energía y oxígeno. Esto lo hace especialmente vulnerable al daño oxidativo, un mecanismo estrechamente relacionado con pérdida de memoria y envejecimiento neuronal.

Cambios en el metabolismo cerebral Procesar glucosa y producir energía se vuelve menos eficiente. Esto es relevante porque el cerebro necesita un flujo energético muy alto para funcionar bien.

Sueño más fragmentado El sueño profundo disminuye con la edad, y eso afecta memoria, atención y estado de ánimo.

Cambios hormonales Durante la perimenopausia y la menopausia aparecen síntomas como el "brain fog" o la falta de claridad mental.

Estrés sostenido El cortisol alto durante largos periodos deteriora el hipocampo, la región clave para la memoria.

En Alma lo vemos así: no es un fallo del cuerpo. Es biología. Y la biología se puede modular.

2. Qué factores sí mejoran la función cognitiva en mayores (evidencia fuerte)

La buena noticia es que existen intervenciones con evidencia muy robusta para apoyar el rendimiento cognitivo a cualquier edad.

2.1 Movimiento regular: la herramienta más potente

Los estudios son muy claros: caminar, moverse y entrenar fuerza mejora la memoria, la velocidad de procesamiento, la atención y la salud cerebral en general.

  • El ejercicio combinado (aeróbico + fuerza) es el más efectivo.

  • Incluso dosis pequeñas tienen impacto.

  • Mejora el flujo sanguíneo cerebral, un factor clave en claridad mental.

2.2 Dietas tipo Mediterránea / MIND / DASH

La dieta es probablemente la intervención más consistente en envejecimiento cerebral:

  • Más verduras, frutas, legumbres, frutos secos, aceite de oliva y pescado.

  • Menos ultraprocesados, azúcares y grasas trans.

  • Ricos en antioxidantes y polifenoles que protegen frente al daño neuronal.

2.3 Activación mental, vida social y actividades multimodales

El cerebro mejora cuando lo usamos:

  • Aprendizaje, música, juegos mentales, lectura.

  • Actividades sociales y cognitivas combinadas con movimiento producen efectos superiores a cualquiera de ellas por separado.

3. Nutrición y suplementos: qué dice realmente la ciencia

Aquí entramos en el terreno donde hay que ser más cuidadosos. La evidencia es variada: algunos ingredientes muestran resultados prometedores; otros tienen efectos modestos; algunos requieren más investigación.

Lo importante es ser honestos, claros y basarnos en lo que sí sabemos.

3.1 Espirulina: antioxidante, antiinflamatoria y con datos interesantes en mayores

Los estudios sobre espirulina en cognición aún son recientes, pero los resultados son prometedores:

  • Dos ensayos clínicos aleatorizados en adultos mayores con deterioro cognitivo leve mostraron mejoras en memoria, aprendizaje visual y vocabulario tras 12 semanas de suplementación (500 mg–1 g/día).

  • También mejoraron marcadores de inflamación y metabolismo de la glucosa, ambos muy relevantes para salud cerebral.

  • Los mecanismos están bien estudiados: phycocyanina, polifenoles y otros compuestos reducen estrés oxidativo y neuroinflamación en modelos animales y estudios celulares.

Conclusión Alma: La evidencia en humanos es emergente pero prometedora, especialmente en personas con deterioro leve o inflamación elevada. Los ensayos han sido pequeños y de corta duración, pero apuntan en la dirección correcta. La ausencia de estudios a gran escala no significa que no funcione; simplemente que la investigación está en marcha. De hecho, nosotros mismos estamos realizando estudios con espirulina española en colaboración con el CSIC.

3.2 Multivitamínicos: modestos, pero con evidencia robusta (COSMOS-Mind)

El estudio más sólido que existe hoy en suplementación y cognición es el programa COSMOS:

  • Tres años de multivitamínicos en adultos mayores produjeron mejoras pequeñas pero estadísticamente significativas en memoria, cognición global y función ejecutiva.

  • Otro estudio del mismo programa (COSMOS-Web) mostró mejoras en memoria episódica equivalentes a "retrasar" unos tres años de deterioro típico de la edad.

  • Importante: no redujeron el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve o demencia durante el periodo estudiado.

Interpretación realista: Cubrir déficits nutricionales diarios ayuda a mantener la función cognitiva. No es una cura, ni previene la demencia, pero sí parece ralentizar el declive natural en personas mayores sanas.

3.3 Adaptógenos: evidencia limitada en mayores, pero útiles para estrés y ánimo

La evidencia estricta en adultos mayores es limitada, pero sí hay datos interesantes en poblaciones más jóvenes y en condiciones específicas:

Ashwagandha

  • No hay ensayos clínicos específicamente en mayores.

  • En adultos jóvenes y personas con estrés elevado, mejora atención, memoria de trabajo y reduce tensión y fatiga.

  • Aún faltan estudios en población mayor de 55 años.

Rhodiola

  • No hay ensayos controlados aleatorizados en mayores.

  • Estudios preliminares en adultos (sin especificar edad) sugieren mejoras en atención y fatiga mental.

  • Los estudios en animales muestran efectos neuroprotectores, pero esto no se ha confirmado en humanos mayores.

Azafrán

  • Un ensayo en pacientes con deterioro cognitivo leve mostró mejoras en test cognitivos tras un año de suplementación.

  • Los estudios en animales apoyan beneficios en memoria y estado de ánimo.

Cómo lo comunicamos: Son ingredientes prometedores para manejar estrés y estado de ánimo, dos factores con impacto directo en la claridad mental. Sin embargo, la evidencia específica en mayores es limitada. La ausencia de estudios no significa ineficacia; simplemente que la investigación está avanzando y aún faltan ensayos a gran escala en esta población. Nosotros los incluimos porque el estrés crónico es un factor de riesgo cognitivo conocido, y estas plantas tienen un perfil de seguridad establecido.

3.4 Creatina: sólida a nivel mecanístico, resultados mixtos en estudios

La creatina es fundamental en la producción de energía celular (ATP), también en el cerebro. Sin embargo, los ensayos clínicos en mayores muestran una realidad más matizada:

  • En mayores sanos, los estudios no muestran mejoras claras y consistentes en cognición.

  • Un gran ensayo encontró solo efectos pequeños y no específicos en mayores.

  • En estudios piloto con pacientes de Alzheimer, hubo mejoras preliminares en algunos test cognitivos, pero sin grupo control, lo que limita las conclusiones.

  • Mecanísticamente es muy interesante (energía cerebral, neuroprotección), pero aún falta evidencia fuerte en mayores sanos.

Mensaje Alma: La creatina es útil sobre todo para quienes entrenan fuerza o buscan proteger masa muscular, un factor clave en salud cognitiva a largo plazo. Los beneficios cognitivos directos en mayores no están bien establecidos, pero tampoco descartados. La investigación continúa.

3.5 Fibra soluble, microbiota y control glucémico

La relación entre intestino y cerebro tiene cada vez más evidencia:

  • Dietas ricas en fibra se asocian con mejor metabolismo y menos inflamación.

  • Prebióticos como la inulina o la acacia producen ácidos grasos de cadena corta (AGCC) que pueden reducir neuroinflamación.

  • Personas con riesgo metabólico muestran mejoras cognitivas cuando mejoran su microbiota intestinal.

Nota importante: Esta evidencia es mayormente observacional y mecanística. Los ensayos específicos en cognición son limitados, pero los mecanismos biológicos son plausibles y bien estudiados.

3.6 Nitratos de remolacha

  • Mejoran el flujo sanguíneo cerebral en mayores.

  • Los efectos cognitivos directos son modestos pero plausibles, y la investigación continúa.

4. Músculo y cerebro: una relación directa

Aquí la evidencia es sorprendentemente fuerte:

  • El entrenamiento de fuerza aumenta factores neurotróficos (proteínas que apoyan la supervivencia neuronal).

  • Preserva masa muscular, fundamental para controlar glucosa e inflamación sistémica.

  • La sarcopenia (pérdida de músculo) se asocia consistentemente con peor función cognitiva.

En Alma lo resumimos así: el músculo es un órgano cognitivo.

5. Un protocolo práctico para cualquiera que quiera mejorar su salud cognitiva a largo plazo

5.1 Nutrición

  • Mucha fibra (frutas, verduras, legumbres, cereales integrales).

  • Proteína adecuada (1,2–1,6 g/kg peso corporal al día).

  • Antioxidantes reales (polifenoles de té, frutos rojos, aceite de oliva, cacao).

  • Minimizar ultraprocesados.

5.2 Movimiento

  • 7–9k pasos al día.

  • Fuerza 2–3 días por semana.

  • Un par de actividades que mezclen movimiento + reto cognitivo (baile, clases grupales, tenis, aprender algo nuevo).

5.3 Estrés y sueño

  • Rutina nocturna simple y consistente.

  • Exposición a luz natural por la mañana.

  • Respiración consciente (3 minutos al día).

  • Limitar pantallas antes de dormir.

5.4 Suplementos como herramienta (no como solución mágica)

Alma Balance (green diario completo)

Alma Balance integra en una sola toma:

  • Espirulina española

  • Fibra soluble (inulina + acacia)

  • Adaptógenos (ashwagandha, rhodiola y azafrán)

  • Antioxidantes vegetales

  • Vitaminas del grupo B

  • Minerales clave

Muchos de estos nutrientes son los mismos que la evidencia científica vincula con menor inflamación, mejor metabolismo, mayor energía celular y apoyo a la función cognitiva.

Si alguien prefiere comprar cada ingrediente por separado, las alternativas serían: espirulina pura + un buen multivitamínico + fibra soluble + antioxidantes + adaptógenos. Integrarlo en una fórmula diaria simplemente facilita la constancia.

Creatina

Para quienes entrenan fuerza o quieren proteger masa muscular. Aunque la evidencia cognitiva específica en mayores es limitada, la base mecanística es sólida y puede ser útil en casos específicos, especialmente si se combina con entrenamiento de fuerza.

6. Productos adicionales a considerar (no incluidos en Alma Balance)

Omega-3: Los estudios muestran beneficios modestos en cognición, especialmente en personas con poca ingesta de pescado o con marcadores de inflamación elevados. No está en Alma Balance porque creemos que es mejor obtenerlo de pescado azul (3 veces/semana) o suplementarlo por separado según necesidad individual.

Probióticos específicos: Existe asociación positiva (pero no causal confirmada) con mejor cognición en mayores con riesgo cardiometabólico. La evidencia es preliminar.

7. Qué sí y qué no se puede decir sobre Alzheimer

Sí: La inflamación crónica, el metabolismo de la glucosa, la dieta, el sueño y los micronutrientes influyen en el riesgo y la velocidad del declive cognitivo.

No: Ningún suplemento previene o cura la demencia o el Alzheimer.

En Alma creemos en esto: no buscamos certezas absolutas. Buscamos mejorar probabilidades con hábitos sencillos y consistentes.

La salud del cerebro no depende de un ingrediente, ni de un suplemento aislado, ni de un gesto puntual. Se construye día a día, con constancia y pequeños esfuerzos:

  • Un paseo más.

  • Una noche de mejor sueño.

  • Un desayuno con más fibra.

  • Un poco más de fuerza.

  • Una rutina que te permite mantener hábitos a largo plazo.

Ese es el enfoque más realista, más humano y más sostenible para cuidar la claridad mental a cualquier edad.

Bibliografía 

Espirulina y cognición

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Adaptógenos

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Creatina

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Multivitamínicos

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Ejercicio, dieta y multimodal

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