Toda la gente ocupada que conozco tiene un problema parecido a este: sabe lo que debería hacer para cuidar su salud (más o menos), pero su día a día hace que sea casi imposible hacerlo con constancia.

Durante años trabajando en banca de inversión en Londres, mi “sistema de salud” era caótico: cenas a domicilio a las 10 p. m., sueño intermitente y una montaña de suplementos para compensar. Funcionaba como parche temporal para un estilo de vida insostenible.

Cuando por fin tuve tiempo para parar, descubrí algo incómodo: incluso comiendo mejor y durmiendo más, seguía dependiendo de suplementos caros sin entender realmente si hacían lo que prometían. Y entonces surgió la pregunta: ¿por qué cuesta tanto encontrar un suplemento diario que sea simple, efectivo, transparente y con un precio justo?

El problema: demasiadas opciones, muy poca claridad

Los hábitos complicados son insostenibles. ¿Qué suplementos elijo, y cómo hago hábito para no saltarme ninguno? Los "daily greens" como AG1 son la mejor opción para gente que quiere beneficios sin la complejidad de tomar 10 suplementos diferentes. 

Pero el mercado de los “daily greens” está lleno de contradicciones:

  • Marcas premium que cuestan cerca de €87/mes, con marketing agresivo pero poca transparencia sobre las dosis reales o el origen de los ingredientes.

  • Fórmulas con 75–100 ingredientes que suenan impresionantes en la etiqueta, pero están subdosificadas (cantidades simbólicas sin respaldo clínico).

  • Opciones baratas con ingredientes de procedencia incierta y sin control de metales pesados.

El resultado es parálisis por análisis: horas comparando etiquetas, leyendo reseñas contradictorias y tomando decisiones sin claridad. La nutrición diaria no debería requerir un doctorado.

Las preguntas incómodas

Mientras seguía tomando productos premium (por inercia y por creer que “caro = mejor”), empecé a hacerme preguntas que la industria prefiere evitar:

¿Por qué cuesta tanto?

Incluso con ingredientes premium, el coste de materias primas no justifica esos precios. El resto se va en patrocinios, campañas de afiliados y packaging de lujo.

¿De dónde vienen los ingredientes?

“Espirulina orgánica” suena bien, pero el origen lo cambia todo. En muchos casos proviene de Asia, donde los estándares de pureza y control son desiguales.

¿Las dosis son realmente efectivas?

Comparando etiquetas con estudios científicos descubrí que muchas fórmulas usan dosis 5–10 veces menores que las documentadas como efectivas. Están ahí por marketing, no por impacto real.

¿Por qué genera ansiedad saltarse un día?

Si pagas casi €90/mes, se convierte en una obligación. Encima la industria nos vende que si no sigues los protocolos a la perfección, no sirven para nada. La salud debería ser un hábito natural y flexible, no una fuente de culpa.

El momento de decisión: crear la alternativa

Buscaba algo muy simple para consumir yo mismo:

✓ Ingredientes en dosis alineadas con la evidencia disponible
Transparencia total sobre origen y calidad
Precio justo, sin inflar por marketing
✓ Una rutina sencilla y sostenible

No existía.
Así nació Alma: con el conocimiento, las relaciones con productores españoles de confianza y la determinación de crear un producto que pudiéramos tomar (y compartir con familiares y amigos) durante los próximos 20 años.

El método: rigor sin concesiones

Construir Alma Balance no fue rápido. Priorizamos evidencia sobre conveniencia comercial y tuvimos que construir relaciones con instituciones científicas para asegurar que hacíamos las cosas bien.

Paso 1 — Evidencia y dosis reales

No empezamos preguntando “qué está de moda”, sino “qué tiene respaldo científico sólido”.
Revisamos decenas de estudios sobre espirulina y seleccionamos una dosis de ≈2,8–3 g por dosis, donde se observan beneficios asociados a energía, digestión y equilibrio inmunitario.
Repetimos el proceso para cada uno de los 30 ingredientes (el laboratorio estuvo a punto de rendirse varias veces): si no podíamos citar un estudio con dosis comparables, no entraba en la fórmula.

Paso 2 — Origen y trazabilidad

Más del 90 % de la espirulina europea se importa desde Asia. Decidimos producirla en el sur de España (Almería y Murcia): 300 días de sol al año, control total y trazabilidad verificable.
Es más caro, sí, pero no íbamos a consumir algo durante décadas sin saber exactamente de dónde viene.

Paso 3 — Testing independiente

Cada lote de Alma Balance se analiza antes de salir al mercado.
Trabajamos con instituciones científicas españolas y europeas (como el CSIC y EIT Food) para validar pureza y estabilidad. Si no está analizado y es trazable no se lanza. Sin excepciones.

Paso 4 — Modelo de precio justo

Queremos ser el Costco de la suplementación. Sostenibilidad y relaciones con clientes a largo plazo. En lugar de fijar el precio “por lo que aguante el mercado”, lo calculamos desde los costes reales:

Ingredientes de calidad + testing independiente + producción en España + margen sostenible
= €39,99 / mes

Menos de la mitad de AG1, no por recortar calidad, sino porque priorizamos laboratorios y control sobre publicidad.

Nuestros 4 principios

  1. Vivimos la materia. Somos nuestro propio cliente prototipo; tenemos los mismos problemas e inquietudes que resolver.

  2. Escribimos lo que vemos. Documentamos todo; escribir nos obliga a ser honestos.

  3. Construimos lo que falta. Si no existe una alternativa justa y transparente, la desarrollamos.

  4. Ofrecemos lo que funciona. Solo lanzamos productos que forman parte de nuestras propias rutinas.

Menos ingredientes, más evidencia y mejor precio

30 ingredientes. No 75-100.
Cada uno tiene una razón científica clara y dosis verificable.

Esto nos da tres ventajas reales y nos permite ofrecer un producto más efectivo a menor precio:

  1. Calidad controlada. Menos proveedores = trazabilidad total.

  2. Eficiencia operativa. Cadena corta, costes racionales.

  3. Resultados más predecibles. Dosis reales, evidencia clara, sin rellenos.

Transparencia como diferencial

En cada decisión elegimos transparencia sobre conveniencia:

  • Citamos las fuentes científicas que orientan nuestras dosis.

  • Admitimos las limitaciones de la evidencia actual.

  • Mostramos el origen real de cada ingrediente.

  • Explicamos el por qué, no solo el qué.

No porque sea “innovador”, sino porque es lo que todos deberíamos exigir de un producto diario.

Para quién (y para quién no)

Alma Balance no es para todo el mundo.

No es para ti si:

  • Buscas el precio más bajo sin importarte el origen.

  • Prefieres marketing de famosos a datos verificables.

  • Quieres ver 100 ingredientes en la etiqueta para sentir que “funciona”.

Es para ti si:

  • Valorás saber qué pones en tu cuerpo cada día.

  • Prefieres evidencia sobre promesas.

  • Quieres un hábito simple, honesto y sostenible.

El compromiso

Este es nuestro trato contigo:

Nosotros

  • Usamos ingredientes en dosis con respaldo científico.

  • Producimos con trazabilidad y control riguroso.

  • Testeamos cada lote antes de venderlo.

  • Mantenemos un precio justo y transparente.

  • Seguimos mejorando con evidencia nueva.

  • Entiendes que no es magia, sino nutrición basada en ciencia.

  • Tienes paciencia para notar beneficios progresivos.

  • Nos das feedback para hacerlo cada día mejor.

No buscamos modas. Buscamos crear hábitos sostenibles de 20 años

Simples, efectivos y honestos.

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